¿HASTA CUANDO SE EXTENDERA LA ESCASEZ DE NIEVE?

13 Marzo 2012

La Pampa / Río Negro: La crisis hídrica del río Colorado

Fuente información Diario La Nueva Provincia – Domingo 11 Marzo 2012

La seguidilla de años magros en materia de precipitaciones níveas llevó al lago Casa de Piedra a bajar hasta niveles sin precedentes en las últimas dos décadas. Pese a ello, la producción bajo riego se pudo llevar adelante, aunque, de repetirse otro ciclo extraseco, podrían existir negativas consecuencias. Algunos pronósticos a largo plazo permitirían alentar mejores perspectivas. Habrá que ver si se cumplen.

David Roldán

 

El momento más crítico desde que comenzó a operar el dique Casa de Piedra atraviesa, en la actualidad, el río Colorado.

La coyuntura es producto de la sucesión de tres años muy magros en materia de nevadas en la zona de las nacientes, a lo que se sumaron los dos últimos años que fueron extrasecos.

La consecuencia inmediata ha sido la existencia de una profunda bajante en el lago formado por la presa, al punto tal de caer al nivel más bajo desde que comenzó a llenarse, lo que permitió que se desnuden los primeros islotes.

En las últimas horas, la altura llegaba a 273,95 metros sobre el nivel del mar, un dato por demás preocupante para todos los sectores vinculados con la vida del río; en particular, aguas abajo de esa represa.

«Si observamos detenidamente los valores, nos encontraremos con que, en dos años, la altura del lago bajó nada menos que siete metros», apuntó el ingeniero Juan Perl, gerente técnico del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado.

Reconoció que la situación hubiese sido mucho peor de no haberse coordinado una restricción en la utilización de agua para riego; en especial, en el valle bonaerense, donde Corfo administra la mayor área productiva de toda la cuenca.

«Al período 2010/11 lo calificamos de extraseco y no se cumplió el deseo generalizado de que no se repitiese otro año similar», acotó el ingeniero Perl.

Las dos etapas más húmedas se dieron en 2005/06 y 2006/07, con 7.897 y 6.851 hectómetros cúbicos de aportes de los deshielos.

En contrapartida, frente a una media de 4.700 hectómetros cúbicos, en 2007/08 llegaron 3.702 hectómetros; en 2008/08, 4.490; en 2009/10, 4.544; en 2010/11, 2.664 hectómetros cúbicos y en la etapa actual, un volumen similar.

–¿Qué podría pasar, ingeniero, si se diese otro año similar a los dos últimos?

–Esperemos que ello no ocurra, pero si se da, tendremos que pensar en restricciones similares o mayores a las últimas; en particular en el área de riego de Corfo, que es donde más se consume.

–¿Y si cambia?

–Igual habrá que analizar la posibilidad de restringir, con la intención de recuperar parte de los volúmenes perdidos.

Perl remarcó la trascendencia de Casa de Piedra como regulador de los caudales.

De no haber estado construido el dique, seguramente la producción habría sufrido un impacto impredecible.

La presa comenzó a operar, precisamente, el 27 de julio de 1989, cuando se inició el llenado, hasta formarse un lago que llegó a tener una cota máxima de 283,20 metros sobre el nivel del mar, el 17 de enero de 2003.

Este proyecto permitió, fundamentalmente, un manejo de los caudales, con el objetivo de otorgar tranquilidad a las áreas productivas aguas abajo.

El caudal máximo erogado en este último período fue de 120 metros cúbicos por segundo, desde el 19 de diciembre; el 24 de enero se bajó a 105; el 10 de febrero, a 85; el 20 de febrero, a 75 metros y el 1 de marzo a 60 metros cúbicos por segundo.

Si bien falta alguna definición, el 1 de abril descendería a 45 o 55 metros y ya para el 23 abril se estaría en 20 metros cúbicos por segundo, que servirían para mantener un caudal ecológico en el tramo que va desde Casa de Piedra al océano Atlántico y la provisión de agua para consumo humano.

Hoy, pasan 59 metros cúbicos por segundo por Buta Ranquil, aguas abajo de la precordillera, pero, por uso para consumo, pérdida en el trayecto y evaporación en el mismo lago, queda un saldo neto de 23 metros cúbicos.

La diferencia con relación a los 60 metros que se erogan desde el dique se extrae de las reservas, lo que determina un descenso diario de 2 centímetros en el nivel del lago.

 

Menor entrega de agua.

Las restricciones en el suministro de caudales no terminaron afectando en gran medida la productividad en el valle bonaerense, que representa el 80 por ciento del área de riego de la cuenca del Colorado.

Esto lo admitió el ingeniero Marcos Aragón, gerente técnico de Corfo, quien dijo que tuvo buenos resultados el acuerdo hecho, en tal sentido, con las autoridades del Coirco a comienzo de la temporada que finaliza, pensando en las pocas reservas de agua que existían tras el dique y el pronóstico muy pobre de escurrimientos para la etapa 2011/2012.

«Tratamos de beneficiar la mayor parte de los cultivos que se realizan en el valle, como cebolla, maíz y girasol, entre otros, que constituyen el principal aporte a la economía regional», afirmó Aragón.

Las restricciones mayores se dieron en primavera y en otoño.

«Si bien fue un período complicado, la existencia del embalse y el buen manejo del río no dejó otras consecuencias peores», sostuvo Aragón.

Panoramas similares se habían vivido antes de la construcción de la presa.

«En un año pobre como el actual, seguramente para el 15 de enero no tendríamos agua para riego», afirmó.

Reconoció que las restricciones serán fuertes en el venidero otoño.

–Ingeniero Aragón, ¿qué consecuencias puede tener esto en el área de riego?

–En particular, en el riego presiembra de pasturas y cultivos de invierno y en el lavado de suelos. Ello nos puede llevar al uso mayor de reservas de pasturas, con costos mayores para el productor.

–¿Y en la falta de lavado de suelos?

–Es importante. No olvidemos que el agua del Colorado llegó esta vez con más tenor salino de lo normal, por los menores caudales. El lavado permite sacar esa sal de los suelos y evitar ciertos riesgos para los cultivos en las próximas campañas.

El riego en el área de Corfo se suspenderá por tres meses, a partir del 1 de mayo.

Para ese entonces, el nivel de lago Casa de Piedra habrá caído a unos 273 metros, el menor desde que se inició el llenado.

La erogación de sólo 20 metros cúbicos permitirá recuperar 1 metro en esos tres meses, aunque ese volumen se consumirá en el tiempo que va desde que se reabra el riego, en agosto, hasta octubre, cuando ya lleguen los primeros caudales del próximo deshielo.

No es esta la primera vez que se baja a 20 metros cúbicos de evacuación. La última ocurrió en 2011, con la misma intención: recuperar niveles.

El ingeniero Aragón puntualizó que se vienen realizando reuniones en las distintas intendencias de riego, para que los productores estén al tanto de la evolución de los hechos.

–¿Dejó algún saldo positivo esta crisis hídrica?

–Sí, claro. Permitió mejorar muchas cosas. Se implementaron más turnos de riego, se reestructuraron canales para un mejor manejo del agua a nivel de consorcios y se nota un mayor interés por informarse, por parte de los productores.

 

Mínima generación

El bajo nivel del lago Casa de Piedra también ha traído sus consecuencias en la generación de energía.

Sabido es que en la presa existen dos turbinas que permiten producir, como máximo, 60 megavatios.

El ingeniero Héctor Morandi, jefe de la central, admitió que nunca se había vivido una situación similar, desde que la central comenzó a funcionar, el 7 de agosto de 1996.

Los 60 metros cúbicos que hoy se eroga, obligan al uso de una sola máquina, situación que se habrá de prolongar hasta el 23 de abril, cuando las compuertas permitan evacuar apenas 20 metros cúbicos por segundo, caudal ecológico mínimo.

–¿Qué ocurrirá, ingeniero, a partir de entonces?

–Estamos estudiando alguna manera de generar en vacío, para responder a la demanda mínima.

–¿Cuál es el mínimo que necesitan generar para mantener la villa y los alrededores?

–Las demandas de energía eléctrica de la Villa Turística Casa de Piedra, así como de Gobernador Duval y de la planta de bombeo del acueducto de La Pampa son abastecidas desde la Estación Transformadora Casa de Piedra, independientemente de la generación de la central.

–¿Qué pasaría si no pueden generar ese mínimo?

–El suministro de energía a los lugares mencionados se puede realizar (invirtiendo el sentido de la energía; es decir, comprando al sistema) desde la Estación Transformadora Casa de Piedra, tomando energía del Sistema Regional Comahue mediante la línea de 132 Kv Casa de Piedra-Los Divisaderos.

–¿Pueden afectarse las turbinas, por generar el mínimo?

–Siempre que operemos dentro de las pautas establecidas por el fabricante y nos encontremos en cualquier momento de la operación dentro de los márgenes indicados en las «Curvas Colinares» del prototipo, no debería existir ningún inconveniente en las turbinas.

 

¿Un año medio?

No hay dudas de que los grandes interrogantes están dados en función de lo que puede ocurrir, meteorológicamente, en el próximo invierno.

Porque, como se sabe, de ello dependerá el ciclo hídrico tanto del río Colorado como de otros cursos de agua que se nutren de la nieve.

El meteorólogo Carlos Sotelo admitió dificultades como para dar un pronóstico con tanta anticipación.

De todas formas, todos los datos que se han recolectado hasta ahora permitirían suponer un debilitamiento del fenómeno «La Niña», con lo cual podría atenuarse la falta de precipitaciones.

«Hoy, podemos decir que hay un 55 por ciento de probabilidades de que esto ocurra; 30 por ciento de que se revierta a «El Niño» y de un 12 a un 15 por ciento de que se mantenga «La Niña», dijo.

Se puede deducir, por lo tanto, que la presencia de un año «neutro», como se lo califica en principio, podría traducirse en un ciclo medio y esto, de darse, permitiría cortar la seguidilla de cinco años magros, en la cuenca del Colorado.

Según Sotelo, desde Mendoza al sur, se esperarían temperaturas más bajas.

Habrá que ver si se traducen en mayores precipitaciones níveas.

Siete metros, aproximadamente, descendió el nivel del lago Casa de Piedra, en los dos últimos períodos.

 

David Roldán LNP

Fuente La Nueva Provincia

 

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13 Marzo 2012
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